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Cuatro días en Euskadi: Puente Bizkaia

Era nuestro último día en Euskadi y no habíamos preparado nada, ya que contábamos con no poder visitar todo lo que queríamos ver de Bilbao el día anterior.
Nos levantamos sin prisa, desayunamos sin prisa y nos preguntamos a dónde podíamos ir antes de empezar el camino de regreso a casa.
El Punte Bizkaia nos quedaba bastante cerca del hotel y no nos desviaba mucho de nuestra ruta, así que allí nos fuimos.
Este puente colgante une los pueblos de Portugalete y Getxo y fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO el 13 de julio de 2006.
Su construcción fue todo un logro de la ingeniería de finales del s.XIX, siendo el primer puente colgante-transbordador del mundo y uno de los pocos que sigue en funcionamiento. Fue diseñado por Alberto de Palacio en 1887 e inaugurado el 23 de julio de 1893.
Su construcción solucionó el problema de comunicación entre Portugalete y Getxo sin interrumpir el cauce de la ría del Nervión ni su navegación. Está formando por cuatro torres de celosía metálica de 62 metros de altura que sostienen un tablero de 160 metros de longitud, con una barquilla suspendida que  transporta personas y vehículos de una orilla a otra.
Tras verlo desde abajo, decidimos subir para disfrutar las vistas desde lo alto. Se accede a través de un ascensor y su precio es 5 euros. Una ascensorista sube contigo y te explica qué botón tienes que pulsar para avisar cuando quieras bajar. Una vez arriba lo cruzamos entero, desde Portugalete a Getxo y fue allí donde bajamos. Mientras que estás arriba, te ponen una grabación que narra la historia del puente, así como numerosas anécdotas, como la de una madre que dió a luz en la ambulancia en medio del trayecto.
He de reconocer que durante ese paseíto por las alturas no lo pasé muy bien y no precisamente por las alturas si no porque vas caminando sobre unas traviesas de madera, de esas que van dejando hueco entre una y otra y eso lo llevo fatal. Yo soy de esas que cuando va a un centro comercial, parking…..y tienen suelo de cristal, le doy un rodeo para no pisarlo, jeje.
Desde Portugalete, decidimos volver en la barquilla, que cuesta 0,35 céntimos el viaje.
Getxo no lo visitamos, pero por Portugalete sí que dimos un pequeño paseo que empezó en la antigua estación de ferrocarril de La Canilla, construída en 1888 y que a partir de 1925 fue quedando en desuso debido a la prolongación de la vía hasta Santurtzi mediante un túnel. En la década de 1960 pasó a ser gestionado por el ayuntamiento, que la restauró para albergar la Oficina Municipal de Turismo.
Nuestro paseo continuó por la Plaza del Solar, en donde se encuentra el Ayuntamiento construido en 1883; el Paseo Marítimo de 2 km de longitud con el Muelle de Churruca, símbolo del esplendor turístico de la villa a finales del s. XIX, con su kiosco en el centro, de 1912, de influencias mudéjares y clásicas. En el Mulle Churruca y en el de Hierro se encuentra la zona más antigua llena de preciosos edificios. Por último, la Basílica de Santa María, de finales del s. XV y que tardó casi un siglo en construirse.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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