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Cuatro días en Euskadi: Zarautz, Getaria y Bilbao

Partíamos hacia Bilbao con un cierto retraso debido a la visita imprevista al Monte Igeldo (ya que tendríamos que haber subido el día anterior pero a causa de la lluvia, lo pospusimos), pero de todas formas decidimos ceñirnos al plan y parar, aunque fuese un suspiro, en Zarautz y Getaria, dos bonitos pueblos que nos pillaban de camino.
En Zarautz, para los que os gusta la cocina de Karlos Arguiñano está su restaurante y aunque nosotros no fuimos creo que el menú degustación anda sobre 30 euros, así que creo que es bastante asequible.
Lo que más llama la atención de Zarautz es la longitud de su playa, la más larga de Euskadi y que tiene una especie de museo al aire libre con numerosas esculturas. Tiene un casco histórico pequeñito pero muy chulo en donde destaca el Conjunto Arqueológico Monumental de Santa María la Real. En él se muestran piezas del s. XIV, así como pinturas y esculturas contemporáneas e incluso la historia de la Costa Vasca. Anexada a la iglesia, se encuentra la Casa Torre de los Zarauz, que alberta el Museo de Arte e Historia de Zarautz.
A 5 minutos en coche y por una carretera desde donde se divisan unas vistas impresionantes de la costa, está Getaria.
En este pueblo nacieron dos ilustres personajes, el navegante Juan Sebastián Elcano y el modista Cristóbal Balenciaga. Es un pueblo pequeñito con mucho encanto y aparte de las numerosas esculturas del navegante (en la que destaca el que da la bienvenida al pueblo, inaugurado en el 1924 y que representa el gran mascarón de proa inspirado en la Victoria de Samotracia) nos encontraremos también con el museo de Balenciaga.
Getaria es la cuna del Txakoli, un vino blanco con denominación de origen. Nosotros trajimos una botellita, pero aún no lo catamos, jeje. Se nota que no somos mucho de vinos 🙂
Por último, y a continuación del puerto, nos encontramos con el monte de San Antón, conocido popularmente como Ratón de Getaria, que hasta el s. XV fue una isla. Fue una atalaya para la caza de ballena así como un importante baluarte defensivo en el que se emplazaban varias baterías.
Si os gusta el pescado, en la callejuelas que van hacia el puerto hay multitud de restaurantes con unas parrilla en el exterior en donde te lo cocinan.
Se nos hacía tarde para visitar Bilbao, así que tras una breve parada en el hotel para recuperar fuerzas, nos fuimos a conocer la ciudad bilbaína.
Entramos por el puente de La Salve y lo primero que vimos fue el fastuoso museo Guggenheim, obra del arquitecto Frank Gehry e inaugurado en 1997. Teníamos pensado entrar por otra parte de la ciudad, así que la primera impresión fue de sorpresa total ante el tamaño del edificio.
Aparcamos muy cerquita de él, en la Plaza Euskadi y fuimos a verlo más de cerca. Allí nos encontramos con la famosa torre Iberdrola, con el gigantesco perro Puppy con su pelaje de flores y con la Mamá de Louis Burgeois, una araña gigante de larguísimas patas (yo soy aracnofóbica, así que no es que me hiciera demasiada gracia, jeje).
Caminamos en dirección al puente Zubizuri, obra de Santiago Calatrava y también inaugurado en el 1997 y cruzamos al otro lado del río para ver el Ayuntamiento, el Mercado de la Rivera, el Teatro Arriaga y las Siete Calles (casco viejo del s.XV), cerca de donde se alza la Catedral de Santiago, de estilo gótico. Volvimos a cruzar uno de los numerosos puentes para caminar por la Gran Vía Don Diego López De Haro y apreciar sus imponentes edificios, pero no la recorrimos entera, ya que en la bifurcación con la Plaza Moyuá, emprendimos dirección al parking.
Como podéis ver, fueron días contrareloj, por lo que no entramos en el Guggenheim, pero Bilbao (y a pesar de lo que dice mucha gente) es una ciudad que nos gustó mucho y que está muy cuidada.
Plano de Bilbao

 

Plano de Getaria

 

Plano de Zarautz
Zarautz

 

 

 

 

 

 

Getaria

 

 

 

 

 

 

Bilbao

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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